Franco Colapinto brilla en el segundo ensayo en Las Vegas.

Colapinto se aferra a la competitividad en el GP de Las Vegas: un desafío entre sombras y luces

Franco Colapinto se adentra en el fuego cruzado de la 22ª fecha de la Fórmula 1 en el GP de Las Vegas. Tras un inicio desalentador en la primera sesión donde ostentó el último lugar, el argentino resurgió en la segunda tanda, logrando un 16º puesto que paleó su desilusión, aunque no sin su cuota de controversia y desgaste. La llegada a las calles iluminadas de Las Vegas no ha sido fácil para el piloto bonaerense, quien afronta un camino lleno de baches y desafíos.

En el equipo Alpine se vivió una brecha palpable entre sus pilotos. Pierre Gasly, con un crono de 1m34s373, evidenció una diferencia abismal de 451 milésimas respecto a Colapinto, quien, aún reconociendo las dificultades técnicas tras su reciente accidente en Brasil, ha mostrado destellos de competitividad. En San Pablo, un imprevisto le costó caro, y aunque su chasis fue reemplazado, los recursos escasean y la presión se hace palpable.

Desde su llegada a Alpine, Colapinto había logrado igualar e incluso superar a Gasly en diversas ocasiones. Sin embargo, esa equidad parecía esfumarse en México y ahora se arrastra en Las Vegas. Las complicaciones se intensifican cuando las expectativas realizadas son constantemente desafiadas por las frías condiciones de la pista y la necesidad de ajuste aerodinámico en un equipo que lucha por recuperar su esplendor.

A pesar de haber mejorado levemente en la segunda sesión, la jornada se complicó más de la cuenta. En su último intento, buscando potenciar su rendimiento, Colapinto se vio frenado por una bandera roja que arruinó su tranco al acumular tensiones en una pista poco cooperativa. A medida que la tarde caía sobre Las Vegas, la incertidumbre sobre el futuro del piloto se adensó y el reto de volver a acercarse a Gasly se convierte en un objetivo urgente.